CASA SANCHO: UNA CASA CON MUCHA HISTORIA
HISTORIA 3: EL AGROTURISMO
Los actuales propietarios de la Casa Sancho son Tere García e Ignacio Jimeno.
El 26 de
Noviembre de 1991 adquirieron la casa a las nietas de Luciano Sancho.
La
casa había estado abandonada muchos años por lo que presentaba un estado muy
deteriorado.
Hemos
tenido la oportunidad de ver alguna foto de cual era su situación en el momento
de la compra, y lo cierto es que a la mayoría de la gente le hubiese tirado
para atrás.
Pero
Tere e Ignacio enseguida vieron las posibilidades que ofrecía la casa.. Se
armaron de valor y emprendieron una gran aventura que les ha llevado a dejar la
Casa Sancho en su estado actual.
Tras los
primeros arreglos, fueron a vivir en 1993.
Los años sucesivos siguieron con su infatigable labor
de arreglos y mejoras hasta que en el año 2001 se animan a poner una casa de
agroturismo.
Es
una actividad que les gusta y ello les animó a emprender otro arreglo de
transcendencia como fue subir el tejado en el 2011.
Durante
todos estos años de arreglos, mejoras y reformas, Tere e Ignacio han priorizado
el mantenimiento de aquellos elementos originales que dan carácter a la casa.
De
igual modo, la conservación y restauración de mobiliario y utensilios antiguos
es otro de los signos de identidad de la casa.
Antigua radio. Un elemento fundamental antes de la llegada de la televisión
La
casa tiene planta baja con un sótano y 2 alturas.
Dentro
de la planta baja, a la derecha de la entrada, en lo que fueron los lagares,
hay un gran txoko con mesas, fregadero y cocina. Es una de las zonas comunes
que pueden disfrutar los húespedes.
Es
una estancia espaciosa, funcional y muy acogedora con una decoración muy
interesante (prensa uva, vajilla, radio, planchas, etc.). Dispone de una puerta
que permite acceder a un pequeño jardín donde un pozo, algunas herramientas y
las plantas ofrecen un espacio muy agradable.
Del
vestíbulo de la casa parten unas escaleras que bajan hasta la bodega que se
encuentra justo debajo del txoko. Se encuentra restaurada y deja ver toda su
estructura abovedada. La temperatura es fresca lo que invita a visitarla sobre todo
en los días calurosos. Es un sitio excelente para degustar un vino recordando
las viejas historias de los bodegueros.
La
primera planta es la vivienda de Tere e Ignacio, quedando la segunda planta
para los visitantes del agroturismo.
A
ambos pisos se accede por una escalera central que parte del vestíbulo. Se
trata de una escalera amplia adornada con multitud de plantas y que hace muy
agradable el tránsito por ella.
Tanto
las habitaciones como el resto de estancias, están decorados con mueble clásico con mucho gusto.
El
conjunto de la casa es muy atrayente, en especial para la gente que se desplaza
de una ciudad y busca retroceder un poco en el tiempo.
Tanto
a Tere como a Ignacio les encanta el contacto con la gente nueva que llega,
disfrutan con lo que hacen y tratan de que el cliente se sienta como en su
casa.
Han
trabajado mucho hasta llegar aquí pero ahora se sienten satisfechos con lo que
han hecho. Lo cierto es que Casa Sancho no es un agroturismo cualquiera. Hay
muchas historias en sus paredes, solo hay que mirar un poco para valorar todo
lo que esta casa nos puede enseñar.
Desde
esta entrada nuestro agradecimiento a Tere e Ignacio por todo el trabajo que
han hecho para darle una nueva vida a esta casa.















































